Voces y Opciones: Justicia en el Lugar de Trabajo en la Industria Avícola
Edited by Susan Stevenot Sullivan
Vol. 23, No. 1, 2001 pp. 8-12, 26
En una movida sin precedente, el Noviembre pasado, los Obispos Católicos Romanos del Sur de los Estados Unidos pusieron en circulación una declaración pastoral sobre temas injustas en el trabajo. Voces y Opciones estudio la industria avícola para exponer el dilema de “nuestros hermanos y hermanas cuyo trabajo exige un costo personal y comunitario inaceptable.” El proyecto se llevo a cabo durante dos años y involucro cientos de personas, desde trabajadores y gerentes de procesadoras avícolas a oficiales de labor y oficiales de la Iglesia. Representando los temas de inmigración y de lenguaje que afectan la industria avícola, Voces y Opciones es publicada en Ingles y en Español en el mismo libro. Respaldado por cuarenta y uno obispos desde Virginia hasta Texas, usa las escrituras y enseñanzas social Católicas para determinar el precio verdadero de nuestros platos amontonados con pollo frito.
Incluye estadísticas y historias de los trabajadores (con los nombres cambiados) cuyas vidas moldean los temas de ocupación y de la salud. Pero Voces y Opciones no es nada mas de una industria contemporada:
“Aunque esta carta se centrara en la falta de ‘voz y opción’ para muchos de nuestros hermanos y hermanas que trabajan en la industria avícola, esto no significa que señalemos este productivo mercado como caso único. Usamos la industria avícola como un ejemplo entre otros negocios, como agricultura y fabricación, los cuales comparten los mismos desafíos, ya sea fabricando muebles, cosechando verduras, o criando ganado bajo contrato.”
Las historias personales que aparecen por todo el documento son una característica rara para tal documento. Entrevistas con los trabajadores dan voz a los que no tienen “voz y opción” en su lugar de trabajo.
María Montez reza diariamente el “Our Father,” pero ella dice “Padre Nuestro.” Reza en su lengua nativa; el Español. Es una señora de edad avanzada que ha estado en los Estados Unidos por muchos años, y desde hace cinco años trabaja en la industria avícola. La Señora Montez es amigable, pero tímida. Cuando le preguntamos sobre su trabajo, nos respondió repetidas veces que esta muy contenta de estar trabajando, y que no le importa trabajar duro. Luego menciona su dolor e incapacidad física. Sus brazos y sus manos están dormidos debido al movimiento repetitivo que realiza cientos de veces durante sus jornadas de trabajo. Con frecuencia el dolor la mantiene despierta por la noche y para aliviar su condición se frota alcohol sobre la piel. No ha consultado a un doctor porque el deducible del seguro de la compañía es de cientos de dólares, el cual no puede cubrir con su salario. Ha solicitado alternar su trabajo con otras labores de movimientos diferentes, pero sus supervisores le han manifestado que debido a que es muy responsable con su trabajo, no quieren arriesgarse a reemplazarla. “Mucha gente ha sido afectada por asma, pulmonía, y problemas de la vista,” manifestó. “Eso es lo que más veo. La gente tiene que salir de la planta por enfermedad. Si la gente se hiere la despiden.”
Al igual que muchos trabajadores en las procesadoras avícolas, la Señora Montez se mantiene de pie en la línea de producción por largas horas. Los pollos, que cuelgan enganchados de una cadena que los mueve alrededor del área de procesamiento, pasan frente a ella a gran velocidad la cual determina en gran parte la ganancia de la operación. El ambiente de trabajo es ruidoso y húmedo. El piso se mantiene mojado y pollos salpican por donde quiera. La humedad contiene muchos contaminantes químicos y biológicos. Cada cuarto es mas frío que el anterior, ya que los pollos empiezan a ser enfriados desde que están “vivos” hasta que pasan a ser “empacados.” El procesamiento consiste en sacrificar, eviscerar, cortar, ordenar, pesar, y empacar los pollos a paso rápido. Cada uno realiza su tarea cientos de veces y hasta mas de mil veces en un turno con cuchillas muy afiladas.
De acuerdo al estudio efectuado por el Departamento de Trabajo (DOL) de los EEUU en 1996, las lesiones ocasionadas por movimientos repetitivos que incide entre los trabajadores de las procesadoras avícolas, como lo es el síndrome de “carpal tunnel,” son cinco veces mas que en las manufacturadoras en general. Según OSHA, las violaciones de salud y seguridad que llevan la considerable probabilidad de muerte y lesiones graves, incrementaron mas de 150 por cien entre 1997 y 1998 en una de las principales compañías de procesamiento avícola. Los efectos físicos de este tipo de trabajo pueden ser devastadores.
Las lesiones de Sara Brown no son físicas. Ella habla ardientemente sobre el favoritismo y la manipulación que ha experimentado de parte de sus supervisores durante sus cuatro años de trabajo en la avícola. Ella habla de la discriminación y prejuicio entre minorías. Durante el turno de trabajo, no todos los trabajadores están autorizados para hacer uso del baño, sino unos pocos que gozan el favoritismo. Su ausencia del trabajo se debe a la hospitalización de su esposo, y esto se suma a la posibilidad de ser despedida. Además tiene niños que mantener. Así también, sabe que toma un gran riesgo al quejarse al supervisor, pero tampoco
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tiene otras vías donde apelar mas allá de los caprichos de sus superiores inmediatos. Ella dice que trabaja duramente, es responsable, y merece mejor trato. Y se pregunta, “¿Quien va a escucharme?”
Beatrice Johnson es una mujer de cuarenta y tantos años que trabaja en la procesadora avícola desde hace mas de veinte uno años. Esta incapacitada debido a las lesiones de movimientos repetitivos y los doctores de la compañía le han dicho que su condición no esta relacionada con el trabajo que realiza. Él medico de su familia no esta de acuerdo con eso. Ella esperaba recibir compensación laboral, pero le dieron permiso por enfermedad, el cual paga solo una fracción del salario normal. Su permiso por enfermedad ya esta por terminársele y cuando eso suceda probablemente será despedida, al igual como les ha pasado a otros trabajadores que ella conoce. Continua inhabilitada, todavía con dolor, y con la necesidad de ganarse la vida para su propio sostenimiento.
En 1997 por el DOL encontro que el 60 por ciento de las compañías avícolas encuestadas transgredieron el Acta de Trabajo de Medidas Justas(FLSA). Mas del 51 por ciento de las plantas no les pagaron a los trabajadores por el tiempo que utilizaron haciendo limpieza y otros quehaceres relacionados con el trabajo. Mas del 30 por ciento no les pagaron por pausas breves durante el día, como lo es el uso del baño; mas del 54 por ciento les descontaron dinero del cheque a los trabajadores por el costo del equipo protector, en circunstancias que es la compañía la que esta obligada a pagar por eso. Los empleados no tienen “voz” ni “opción” en las políticas empresariales.
Mientras Voces y Opciones-puesto en circulacíon el 15 de Niviembre del 2000- usa el estudio de 1997, el reporte del DOL muestra que 100 por ciento de las plantas procesadoras de avícola encuestadas en el 2000 estaban en violación del Acta de Trabajo de Medidas Justas.
El estudio de Enero del 2001 del DOL dice que “investigaciones de cinquenta y un plantas procesadoras de avícola localizadas a través de los Estados Unidos resultaron en el descubrimiento que la industria no cumple con las reglas bajo el FLSA.”
En el nuevo reporte, violaciones citadas por el DOL incluye: “trabajadores no son compensados por todas las horas de trabajo, incluyendo horas extras, debido al contarles menos de las horas actualizadas; trabajadores no compensados lo actual debido a descuentos no permitidos de su pago; horas extras se les debe a los trabajadores a resultado de error en reportar su estado social: horas extras no se les paga a miembros del equipo
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(atrapadores, cargadores, choferes); y violaciones en el mantenimiento de los registros del tiempo de los trabajadores.”
El estudio del DOL también da detalles sobre la falta de compensar el trabajo actual de trabajadores temporales o sub-contratados, trabajadores a quien casi nunca se les paga el mismo salario por hacer el mismo trabajo que los empleados, pero que tal vez representan un numero sustantivo de trabajadores en la planta. “La potencial de violaciones de salario mínimo que afecta a trabajadores empleados por medio de agencias temporales en plantas procesadoras es significante debido a que a estos trabajadores se les paga por lo general tan solo un poco mas del sueldo mínimo Federal. El salario pagado a estos trabajadores temporales deja poco lugar ante la practica de no pagar por las horas actualizadas de trabajo o de hacer descuentos del salario” ( por artículos requeridos que se les provea a los trabajadores como, tapones para los oídos, ropa y equipo).
John Stephens es uno de los principales gerentes de una compañía avícola qué da el punto de vista de la industria. Mientras lucha con prioridades conflictas y decisiones difíciles, él tiene el poder de influir en la política empresarial y de hacer cambios. El debe velar por la rentabilidad de la operación para mantenerse a sí mismo y a otros en el trabajo. Es un mercado competitivo y hay muchos factores que considerar. Expresó enfáticamente que uno de los grandes problemas que él afronta es el constante cambio de personal. En cuanto la gente puede encontrar un nuevo trabajo, se va. Como en la mayoría de las plantas procesadoras, un gran numero de empleados son de grupos minoritarios. Cada vez mas depende de los emigrantes, y muchos de ellos poseen documentación cuestionable.
De acuerdo con las encuestas realizadas por United Food and Commercial Workers International Union (UFCW), los obreros avícolas son en su mayoría Afroamericanos y mujeres, sin embargo, los Latinos son el sector de crecimiento más rápido de la fuerza trabajadora.
El Señor Stephens agrega, “La industria avícola en los Estados Unidos no es la opción de empleo de preferencia para la gente. El trabajo es muy duro físicamente y repetitivo, y eso es parte del problema.” Él tiene futuros empleados traídos en buses de otras partes, también supervisa un alojamiento de la compañía el cual hospedara a algunos de ellos y se pregunta como mantendrá la línea funcionando con la totalidad de empleados la próxima semana. Por lo tanto sabe que entrenar a los supervisores para tratar bien a los empleados y entrenar a los empleados para ir rotando en diferentes labores a fin de aliviar o prevenir las lesiones ocasionadas por movimientos repetitivos, son la clave para el futuro de la operación y el esta trabajando en la implementacion de tales mejoramientos. Enfatizo que, “Mientras más alta es la calidad de supervisión, mejor es el ambiente del trabajo. La calidad de supervisión es la clave para evitar el constante cambio de personal y el absentismo. Tenemos que mejorar la manera de tratar a la gente, y lo más importante es como satisfacer sus necesidades.
El procesamiento es solamente una parte de la industria avícola. Los atrapadores de pollos son otro grupo que tienen un trabajo peligroso y repetitivo, con salarios bajos y que enfrentan irregularidades en su trabajo. Un estudio de “Delmarva” muestra que la compensación diaria normal para los atrapadores de pollos ha ido declinando desde 1985. Además, en 1997, el DOL encontró que mas del 60 por ciento de las plantas encuestadas no le pagaron al equipo de atrapadores el correspondiente tiempo extra por trabajo realizado en exceso de las cuarenta horas semanales.
Es difícil ver a pollitos blancos mullidos como el tema de justicia social, pero criar pollos es otra realidad de la industria que trae controversia. Los que crían los pollos se encuentran frecuentemente en situaciones injustas. Los contratos que firman con la compañía avícola están escritos para dejar las mayores decisiones en manos de la compañía. El avicultor debe gastar grandes sumas de dinero para construir, y después modernizar las instalaciones donde criaran a los pollos. En el caso de péquenos avicultores, generalmente, inversiones requieren de una hipoteca sobre la finca familiar. La compañía avícola provee a los avicultores con los pollitos de cría, antibióticos, alimento, y otras provisiones. La compañía pesa el alimento y el peso final del pollo. La compañía también decide cuanto pagara al avicultor por libra, después de deducir los gastos por suministros. Pollitos enfermos, enfermedades en el gallinero, problemas por el clima, eliminación de desperdicios, y otros problemas son riesgos del avicultor, no de la compañía. Los contratos se limitan a la acción de arbitraje como la única manera de enfrentar los problemas, negando la posibilidad de demandas judiciales de clase que han sido exitosas para algunos criadores de aves en el pasado.
Roy y Mary Stein son criadores de aves y cuentan con dieciséis años de experiencia. Ellos expresaron que la mayoría de las familias criadoras envían a uno de sus miembros a trabajar a otro lugar para tener un ingreso adecuado para la familia. Muchas veces la tasa de ingreso prometido por la compañía esta por debajo de la realidad, especialmente cuando la compañía exige cambios costosos o mejoras de equipo como condición para continuar el contrato. Si el contrato no es renovado, la granja de la
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familia puede perder el derecho de la hipoteca. El venderla sin la promesa de un contrato similar de parte de un comprador potencial, es casi imposible.
“La única cosa sobre la cual uno tiene control es la firma del contrato. Ellos pueden darlo por terminado en el momento que quieran; usted no puede, pero ellos sí,” dice Roy Stein. Mary anadio, ” Este es un contrato laboral. Usted no es un socio. Un socio tiene algo que decir sobre su negocio.” La pareja dice que los granjeros avicultores tienen miedo de hablar abiertamente porque “todo lo que ellos poseen esta hipotecado.”
De acuerdo a Security and Exchange Commission, las compañías avícolas ganan cerca del 16 por ciento sobre sus inversiones, mientras que las granjas criadoras ganan cerca del 4 por ciento. Granjas avicultoras Delmarva encuestadas en 1997 dieron a conocer las mismas preocupaciones de los Steins; el 43 por ciento dijeron que ellos no creen en el peso que les es entregado por parte de la compañía, 41 por ciento tampoco creen en las cifras que aparecen en sus estados de paga, y 57 por ciento creen que la compañía tomara represalias si los criadores de aves expresan se descontento.
Voces y Opciones también acometa el aspecto de la industria avícola, anotando que la mayoría de personas en los Estados Unidos son descendentes de emigrantes, quienes también llegaron en busca de una vida mejor.
Distintos en aspectos, costumbres, y lenguaje, los recién llegados frecuentemente son discriminados. Estas personas tienen cara y un futuro. Un hombre joven esta sentado tranquilamente con sus brazos fornidos cruzados sobre su pecho. Un amigo lo persuade para hacerlo hablar, prometiéndole que no se usara su verdadero nombre. Paulatinamente, Julio López se relaja, abre sus brazos y extiende su mano gentilmente. Su mano esta deformada, llena de cicatrices y su forma contrahecha. A través del traductor, habla renuentemente sobre la herida que sufrió procesando pollos, la cual requirió mas de setenta puntadas para cerrarla. Semanas después, aun no puede hacer uso de su mano herida. El personal medico que lo ha atendido le ha dicho que no hay nada mas que se puede hacer y que no tiene autorización para ver a un especialista. Tampoco ha sido compensado por la lesión. Su preocupación es de que el daño sea permanente, pero no se queja por miedo de perder su trabajo en la planta procesadora, ya que con este alimenta a su familia en su país. Esta desesperado por ayudarlos, tan desesperado que cruzo la frontera de este país ilegalmente. ¿Que pasara si él es enviado de regreso? Al igual que muchos otros que están indocumentados, el expreso que es mejor quedarse callado.
¿Mientras que las leyes concernientes a inmigración y a inmigrantes deben ser respetadas, que se puede hacer para ayudar y proteger a este grupo vulnerable y explotable? Muchos de ellos han huido debido a conflictos civiles en Latinoamérica, en los cuales han incluido a los Estados Unidos en un papel político. Su repugnancia de pedir ayuda de las autoridades del gobierno es comprensible, y pasa a ser otro factor en las circunstancias que mucha gente debe afrentar.
Aunque Voces y Opciones se mantiene de información estadística, la dificultad en obtener estadísticas se oscurece por las experiencias comunes que enfrentan los trabajadores de la industria. Ellos enfrentan muchos desafíos en común, entre ellos cuestiones de salario adecuado y otros derechos de los trabajadores, de dignidad humana, y de asuntos de inmigración. Las historias que los trabajadores cuentan son consistentes y casi devastadoras. Estos trabajadores parecen no tener voces ni opciones en su situación de trabajo.
Voces y Opciones también incluye un largo trato de raizes bíblicas sobre el prójimo. Habla sobre mas de cien años de enseñanza social Católica sobre principios como el da la vida y dignidad de la persona humana, el organizarse de trabajadores, pago justo, condiciones apropiados en el trabajo y solidaridad. El documento del obispo no toma una opinión simplistica sobre las fuerzas económicas
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globales en el trabajo. Aunque dice, complejidad no es excusa por falta darse cuenta o por no tomar acción.
La “integración vertical,” aquella en que la misma compañía posee o controla cada paso de la producción desde los elementos más básicos, como lo es el gran o alimentación, hasta el producto final, como pechugas de pollo deshuesadas y sin piel en las estanterías del supermercado, ha llegado a ser una fuerza dominante en la economía. Las ramificaciones son demasiado numerosas para tratarlas aquí, pero de acuerdo a la Conferencia Nacional de Vida Rural Católica, la “granja-fabrica” impacta los precios, salarios, recursos naturales, y el futuro de las granjas familiares, dando un enorme poder a las altas autoridades de unas compañías.
Las fuerzas económicas que moldan el trabajo en la vida diaria de cada persona son complicadas y entrelazadas, extendiéndose en asuntos ambientales, uso de tecnología hormonal, ingeniería genética, política exterior, política monetaria mundial, desproporción internacional de recursos, deuda y riqueza.
El cambio estructural y las protecciones legales son tareas esenciales para las entidades del gobierno y de las empresas. “Aun” averigua Voces y Opciones, ” no podemos dejar nuestra preocupación y responsabilidad por tales asuntos en manos del grupo anónimo. El ‘grupo’ esta formado por individuos. El cambio estructural empieza por la conversión de cada corazón.” Mientras la declaración del obispo para antes de sugerir acción especifica, dice firmemente que todas las voces en el trabajo necesitan ser escuchadas y las responsabilidades y los beneficios deben ser compartidos.
Desde 1987 a 1997, el valor de la producción avícola ha duplicado; las ganancias de operación de la industria de asadores excedieron mas de un billón de dólares en 1996.
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El limite de la “línea de velocidad” en la procesadora avícola USDA aumento de setenta aves por minuto en 1979 a noventa y un aves por minuto en 1999. Mientras que el ingreso promedio verdadero para trabajadores avícola bajo de 1987 a 1997. La industria avícola es a la vez la que menos paga y la que mas trabajadores emplea en toda la industria de la carne.
Teniendo una voz puede llevar a tener una opción sobre salarios, condiciones del trabajo, seguridad, cuidado medico y otros beneficios. A menudo es difícil para los trabajadores lograr este compartir de responsabilidad con los dueños y gerentes, y por eso la Iglesia, por décadas, ha apoyado el derecho de los individuos a asociarse en grupos organizados para lograr que las voces y las opciones lleguen a ser una realidad.
Debido al constante cambio de personal, a la situación vulnerable y el aislamiento es difícil organizar a los trabajadores de la industria avícola. Aun formadas hay mas obstáculos.
Una planta procesadora avícola ha tenido tal asociación desde 1996, y hoy, aun no existe contrato para proteger a los trabajadores. “Esta lucha ha continuado por largo tiempo,” dijo el organizador Juan Sánchez. “La gente esta cansada, pero ellos quieren estar organizados. Esta es la única manera de obtener la atención de la compañía cuando ellos son maltratados por los supervisores o cuando se les da exceso de trabajo. Ellos quieren protegerse.”
Voces y Opciones termina con la siguiente exhortación y las firmas de cuarenta y un obispos. “Amamos y servimos” en nuestras vidas diarias a través de nuestros encuentros con otros. ¿Cómo podríamos abogar por las necesidades de nuestros hermanos y hermanas que no tienen voz ni opción? ¿Cómo podríamos hablar por los que no tienen voz?(Proverbios 3:18) Empecemos con nuestros propios corazones y con nuestra consciencia mientras caminamos juntos por el nuevo milenio. Busquemos la presencia Divina en cada persona, y respondamos de acuerdo, “porque así como lo hiciste a uno de esos pequeños…a mí lo hiciste…” (Mateo 25:40).
Este escrito fue sacado y adaptado de Voces y Opciones y redactado por Susan Stevenot Sullivan, miembra del equipo que desarrolló la declaración de los Obispos. Sullivan es escritora, editora y fotógrafa basada an el área de Atlanta. Voces y Opciones es disponible en forma escrita en St. Anthony Messenger Press (1-800-488-0488) o en la Pagina Red: www.americancatholic.org/News/PoultryPastoral/default.asp. Redactado por Blanca Rojas.
Sidebar: ¿El DOL de Bush Cumplirá con las Leyes el Sueldo y Hora?
S. Sullivan
Vol. 23, No. 1 p. 12, 2001
Una declaración de concierne fue presentado a los administradores del Departamento de Labor del los EEUU en seis ubicaciones alrededor del país, inclusive Atlanta, el 24-25 de May del 2001. La “carta abierta” organizada pr el Comité de Interfaith para la Justicia de Trabajador, (NICWJ) por sus mezclas en Ingles, pregunto a la nueva Secretaria de Trabajo, Elaine Chao, que vigorosamente imponga las leyes que Sueldo y La Hora diseñaron para proteger a 250,000 trabajadores de plantas avícolas y que sostenga a la industria avícola responsable por infracciones de la ley del trabajo.
Chao se ha reunido con representantes de la industria avícola y ha recibido una carta de dieciséis Senadores de los EEUU, que supuestamente le piden reducir la coacción y la contabilidad de la industria. El NICWJ fue incapaz de arreglar una junta con la Secretaria.
En Atlanta, diez representantes de grupos religiosos y del trabajo, encabezados por la Alianza de Georgia para Justicia Avícola, se reunieron con Alfered “Hap” Perry, Administrador Regional del Sur este y Joe Villareal, Administrador Regional del Sur Oeste de la División del Sueldo y Hora del DOL. El grupo le presentó a Perry y a Villareal una copia de la carta del NICWJ, firmada por 150 lideres de organizaciones religiosas y de la justicia, además de copias de “Voces y Opciones” el documento Pastoral de los Obispos del Sur.
Perry cito un estudio del DOL 2000, que due puesto en circulación en Enero del 2001, diciendo que las cincuentiuno procesadoras avícolas que fueron investigadas estaban en violación de las leyes del Sueldo Y Hora. Un estudo del DOL de 1997, mostró que solo 40 por ciento de las plantas cumplieron con las leyes.
“No pienso que la industria haya cambiado (entre la investigación del 2000),” Perry dijo. “Pienso que hicimos un trabajo mejor con el estudio del 2000. La industria ha estado haciendo lo mismo por veinte anos. Una de esas “cosas” es requerir que los trabajadores se “pongan y quitan” la ropa protectora sin pagales por este tiempo, resultando en mas o menos una hora de trabajo sin pago por cada turno.
La respuesta por el DOL a estos estudios puede incluir “no hacer nada: o demandar a las compañías y or multar las, dijo Perry. Él prefiere la opción de educar, para que los trabajadores y los patrones tengan conocimiento de las leyes del trabajo.
Perry dijo que su oficina esta preparando uno respuesta a la posición de la industria avícola. “Tengo interés personal en esto,” él dijo.
Él pidió a los presentadores de la declaración del NICWJ, que ayudaran a unir al DOL con los trabajadores avícola. Ofreció hacer disponibles semanalmente a representantes del DOL para dar presentationes educativas a los trabajadores de la industria avícola.
S. Sullivan